jueves, 11 de septiembre de 2008

Escribiendo en la Arcilla

Escribiendo en la Arcilla

Se los denomina pictogramas y por lo tanto el tipo de escritura que representas es pictografía. Para denotar un recipiente o un animal determinado no será preciso la representación detallada de sus figuras sin o que bastara con un dibujo abreviado. Gradualmente se irá imponiendo una determinada versión simbólica-abreviada- de un animal o de un recipiente consensuado por el de la saciedad escribiente.

Esa idea se basó el dibujos sobre sellos del periodo denominado U’baid, impresos en arcilla y que adquirieran significados simbólicos. De apoco los dibujos adquirieron significados mas arbitrarios. “Por ejemplo se escogió un jarro con pico-ejemplifica Gordon Chide- para designar una determinada unidad de volumen, el gur. Dibujando trazos en el cuerpo del jarro podrían distinguir un gur de cebada (dos trazos), de un gur de cerveza (tres trazos). Esto ya se realizaba en el cuarto milenio antes de cristo”.
Los caracteres ya no eran puramente pictográficos: ya eran ideogramas.
Adoptar nuevos dibujos, variar los ideogramas preexistentes, probar las diversas combinaciones para expandir el sistema para volcar en trazos las ideas y conceptos que debían registrarse. Eso hicieron los chinos. Los sumarios buscaban otro camino.
Los nombres sumerios eran en su mayoría palabras monosílabas: boca, ka. El grafico de la cabeza humana que designaba esa palabra y la idea de “boca” designaban también el sonido ka. Se logro de este modo un rasgo fonético que podía ser usado como símbolo o como fonograma. Con el intercambio de los mismos podían decir nombres y palabras combinadas en vez de necesitar la creación nuevos signos (ideogramas).
Los sumerios empezaron a crear este sistema en periodo dinástico primitivo. Preservaron una serie de dibujos empleándolos aun como ideogramas. Además eran utilizados fonéticamente para decir nombres diversos. A veces se deletreaba una palabra y se añadía un ideograma- llamado determinativo – para especificar que clase de palabra era. De esta manera la cantidades uso no aumento con el desarrollo de sistema de escritura como sucedió con la escritura china, sino que decrecían en las mas antiguas tabletas del periodo Uruk tal vez se utilizaron unos 2.000 siglos. Alrededor del tercer milenio a.c. se limitaban a unos 600.

Junto
Con la reducción se dio una simplificación fruto de un cambio en el trazado de estos signos: ya no se delineaban, bastaba la inserción de un punzón cuneiforme sobre la arcilla blanda. “la escritura con signos fue evidentemente inventado por los sumerios para escribir el idioma sumerio… pero las poblaciones urbanas eran cosmopolitas y en Akkad por lo menos, incluían a muchos semitas. Después del año 3.300 a.C., los caracteres sumerios eran fonéticamente para transcribir los nombres de reyes semíticos. Pronto los semitas llegaron a emplear la escritura de signos para los documentos oficiales y comerciales en idioma akadio - semítico – deletreando las palabras semíticas y usando también ideogramas”, comenta V. Gordon Chide.
El grabado de los números era tan imprescindible como la escritura de vocablos. Para contabilizar los renos conseguidos en una cacería muy numerosa o el número de cabezas de cualquier rebaño se realizaban marcar en un madero. Cuando las cantidades eran exorbitantes, este era prácticamente anticuado. Para ello se creo una convención que permitirían salvar la ruidosa tarea de marcar cientos de puntos o líneas sobre una superficie y luego tener que contabilizarlas una y otra vez.
Los números menores de 10 se marcaban con el viejo sistema, mediante grupos de 1 a 9 impresiones semicirculares hechas con una caña que se sostenía en forma oblicua con un nuevo símbolo: el circulo estampado con la caña verticalmente sobre la arcilla; fijaban el 20 con los dos círculos iguales y así sucesivamente. Cuando debieron medir bebidas fermentadas - cerveza – tuvieron que crear un nuevo signo, un semicírculo realizado con una caña mayor que expreso la cifra 60; pero al realizar la medición de granos, dicho signo representaba el 100 en las tabletas más antiguas.
Así, en otros tiempos se usaba una anotación decimal (1. 10, 100) y una sexagesimal (1, 10, 60, 3.600), simultáneamente. El Súmer el sistema decimal fue abandonado, y después del año 2.500 a. C. solo se empleo el denominado sexagesimal.
Dada su naturaleza convencional, el sistema de escritura y numeración incluidas las operaciones aritméticas debió ser transmitido a través de la educación.
Para cumplir con sus tareas administrativas los ministros religiosos debieron realizar el arduo aprendizaje de la lectura y la escritura de los signos establecidos por convención en el círculo social en el que se circulaban estas habilidades.
Las primeras series de tabletas que se conservan ofrecen junto con los cálculos listas de signos. Esta habría sido en un principio la simple constatación de las convenciones establecidas. Se suponen que eran copiadas para utilizarlas en la transmisión y el aprendizaje. Al momento del periodo dinástico primitivo ya se habían vuelto virtuales diccionarios.
Como no se las podía ordenar alfabéticamente ya que eran series de ideogramas, se las agrupaba por palabras que se expresaban como signos – dibujos parecidos. Por ejemplo, todas las palabras referidas por el abreviado dibujo en un jarrón (dic) y sus distintas derivaciones constituían un bloque común. Por lo tanto no solo se distinguían los distintos tipos de jarras, sino también el producto que contenían la cerveza, leche, vino- y también las distintas unidades de medición de las materias contenidas en esos recipientes.
Cuando se decidió la compilación de palabras deletreadas se siguió un procedimiento análogo, presentado solo sustantivos no verbos ni adjetivos – que completamente en una columna paralela el equivalente semítico – akadio de cada uno de los términos.

Enjambre de lenguas

Este sistema ha servido para escribir no solamente en lengua caldeada y asiría, sino las lenguas de todos lo países vecinos; el suriano, el armenio, el capadocio, el medo y el persa. La escritura caldea y asiros era muy complicado. Cada signo estaba formado por la reunión de varias cuñas. En los tiempos antiguos un signo representaba una palabra, como en los jeroglíficos.: por ejemplo el sol, luna, pescado. Luego se escogieron ciertos signos para representar solamente a una silaba: ba, bi, ga, la, lum, cat y en estos caracteres silábicos se escribieron la mayor parte de las palabras.
Pero habían cambiado más de doscientos caracteres silábicos, muchos de los cuales se parecían y era fácil confundir. A demás, se habían conservado algunos de los antiguos caracteres, de los que cada uno representaba una palabra y ocurría con frecuencia que el mismo signo sirviera a la vez para designar la palabra entera y una silaba.
Había también signos que podían leerse de dos maneras completamente distintas, por ejemplo an o ilu. Esta escritura era muy difícil, aun para los caldeos que necesitaban guiarse libros especiales., vocabularios, gramáticas y diccionarios. De ellos se han encontrado muchos que han ayudado a los investigadores a descifrar los otros textos.
El nombre de la escritura cuneiforme proviene de las formas que tenían los caracteres que lo integraban, los que en su comienzo era graduados sobre la arcilla por medio de una herramienta seccionada de manera triangular.
Las escrituras cuneiformes esta constituidas por combinaciones de un mismo signo en forma de clavo o de cuña y dispuesto de manera horizontal, vertical, oblicua y a veces duplicado, presentando las dos cuñas en ángulo obtuso y medidas por su extremidad mas ancha.
Tres lenguas de Asia central eran cuneiformes: persas, medos y asirios.
Cuando los persas adoptaron el sistema cuneiforme eligieron signos para representar las vocales o las consonantes, adoptando un procedimiento análogo al que habían seguido los fenicios para deducir su escritura de la hierática egipcia.
Esta transformación se dio hacia S. VI d.C. Se cree que las escrituras babilónicas y ninivitas proceden de una antigua escritura ideografiíta o representativa de la cual quedan aun huellas en los ideogramas o signos con valor ideográfico que a veces aparecen combinados con la escritura cuneiforme tanto silábica como alfabética.
El historiador griego Herodoro comenta que su pueblo conocía este tipo de escritura como “asyría grammata”, es decir caracteres con los que se inscribían lenguas desconocidas hasta ese momento. De todos modos, la escritura cuneiforme fue la más utilizada en oriente medio por más de 3.200 años.
La cultura persa, que se contacto con los alemitas produjo al fin una escritura de de apariencia cuneiforme pero que llego a convertirse en alfabética.
Además de Herodoro, la primera alusión a un texto cuneiforme pertenecía a Pietro Della Valle en el año 1612. Desde la época de los descubrimientos y la expansión geográfica de la economía europea y con más énfasis en los siglos XVIII muchos viajeros realizaron referencias a las inscripciones de los persas y hacia fines de ese siglo se produjeron transcripciones bilingües. En lengua persa antigua, elamita y babilónica. El primer paso de la interpretación se dio al advertirse que en lengua persa, una cuña en posición oblicua servia para separar palabras y se entendió que inscripciones debían pertenecer al periodo de la dinastía aqueminida y por lo tanto debían haberse escrito en una lengua semejante a la de los textos del Ayesta.
Comparando las tres lenguas silábicas eran las que ofrecían la mayor cantidad de signos en tanto en tanto que las restantes eran de carácter alfabético. Estableciendo comparaciones con el iranio antiguo y la lista de reyes detallada por el historiador Herodoro, se pudo determinar el valor de quince signos alfabéticos del antiguo idioma persa.
Luego se reconoció en el elamita a la primera de las lenguas silábicas y en el idioma babilónico el mas abundante en los signos: mas de 300, cada uno de los cuales podían emplearse indistintivamente como valores silábico. A pasar de la complicación de tal procedimiento, la escritura cuneiforme gozo de amplia difusión en todo el cercano oriente.

Los testimonios

Muchos de los documentos han llegado a nuestros días dando testimonio tanto de la organización política y económica como también de su religión e incluso de sus primeras obras literarias. Entre tanto cabe destacar el cilindro del Rey Darío que llevaba grabado caracteres cuneiformes. Figura en la inscripción el nombre soberano y un texto inscripto en tras lenguas: persa, elamita y babilónico.
El cilindro grabado que se utilizaba para fines oficiales, se imprimía sobre las talillas arcilla y tenia el mismo valor que actualmente tiene nuestra firma. En este cilindro se encontraba representada una escritura en la que el rey, subido a su cuadro junto a la auriga, casaba aun león que se erguía sobre sus patas posteriores; en unja de sus manos el rey portaba un arco, símbolo del poder imperial. Sobrevolaba la escena la imagen alada del dios Ahura Mazda (Ormuz), conocido como “señor blanco”, Dios de los antiguos persas, creador y su padre universal.
Tenía también importancia para el aparato estatal el arte de glíptica. Esta palabra proviene del griego (gliptein, tallar, grabar) hacia referencia propiamente al arte propiamente dicho de grabar de grabar en el acero los años destinados a la fabricación de monedas y medallas.
El origen de este arte data del milenio IV antes de cristo y apareció por primera vez en Irán y en el norte de la Mesopotámica asiática. La fuente de inspiración solía ser la mitología sumeria y esta técnica de grabado se difundió por la tierra de los elamitas, Siria y asiría.
La forma cilíndrica era la más corriente en Mesopotámia y se efectuaba el grabado sobre superficies de piedra previamente perforadas. Hacia finales del segundo milenio antes de Cristo los sellos alcanzaron su mayor perfección en la cultura akkadia donde junto con la producción de estos sellos se realizaron vasijas de onix y de cristal de roca. Muchas preinscripciones cuneiformes quedan en publicaciones públicas y privadas. Todas se rebelan desde pequeños detalles de la vida cotidiana de la civilización babilónica hasta monumentos literarios o jurídicos de altísimo valor histórico.
Puede apreciarse el detalle de una escritura cuneiforme asiría, grabada en un relieve de Nimrud que representa un genio que lleva una situela -cubo de metal de asa móvil- en la mano. Una tablilla de oro que perteneció a Darío y que procede de los cimientos de la apanada –sala grande de audiencias de soberanos aquemenidas- de Persepolis. Se le encontró junto a una tablilla de plata, en un nicho de piedra. Ostenta una inscripción en caracteres cuneiformes trilingües (persa antiguo, babilónico y elamita) en la cual Darío atribuye a la voluntad de Ahura Mazda la formación del imperio e invoca su bendición.
Una estela del rey Hammurabi contiene el famoso código, una de las recopilaciones de leyes más antiguas. Se lo ha retratado al monarca de pie ante el Dios Samas que sostiene en la mano el bastón y el aro, símbolos del derecho y le dicta la ley. Este fue el sexto rey de la dinastía semita de babilonia, en torno al segundo milenio antes de cristo. Fue el fundador de un imperio que se extendía desde el Golfo Pérsico al de Diyabakir y de los Zagros a los desiertos del oeste.
Prudente, hábil en el ejercicio de las soluciones políticas a las militares. Estableció, después de centralizar el poder y la administración imperial la sede monárquica en babilonia. Otorgo un carácter divino a su reinado divino a su reinado volviéndolo hereditario por la rama masculina y regularizo todo el cuerpo legislativo por medio de su famoso código. Este es una estela de forma cilíndrica que fue descubierta en Susat en 1902.
Se trata de un bloque de diorita semejante a una columna que tiene esculpidos lo artículos en columnas paralelas. En la parte superior hay un relieve que representa Hammurabi orando ante el dios Shamash o dios del sol. La escena nos recuerda a Moisés en el monte de Sinai recibiendo las tablas de la ley. Escrito en asirio, el código constituye un monumento clásico de la civilización babilónica. Es importante señalar su influencia en la practica jurídica de los persas, así lo atestiguan fragmentos de copias del código cuyas formulas fueron empleadas por cirio y Darío I.
Los historiadores del derecho han pedido descubrir la transmisión de sus formulas a través de de las distintas complicaciones jurídicas del antiguo oriente. El derecho babilónico se beneficio del campo que le abría la unidad administrativa de un vasto imperio, y los intercambio que remultiplicaron fueron la ocasión de extender sus principios a nuevas regiones.
Nippur es un centro arqueológico que se han encontrado un gran numero de tablillas, fechadas entre 550 y 489 a.C. de enorme importancia, dado que se trata del archivo de una poderosa empresa comercial, la de los Murashu en plena actividad a fines del siglo V a.C. La documentación permite conocer lar estructuras óciales y económicas de Babilonia durante mas de dos siglos.
Los numerosos elementos para fecharla que proporcionan permiten esperar una solución completa al problema de la cronología. Estas tablillas son mencionadas en los relatos griegos de Heredoto, Jenofonte y Ctesias.
Cada testimonio escrito encierra, más de allá de una simple traducción, un universo de tradiciones, de creencias y prácticas culturales que reviven aquel universo asirio, caldeo, elamita. En un prisma octagonal de Khorsnbad, de texto asirio., escrito en caracteres cuneiformes se celebran las hazañas de Sargon II. Avesta era el termina con el que se designaba el conjunto de libros sagrados de los antiguos persas. Estaba constituido por textos y autores diversos, que fueron recopilados definitivamente. En persa bajo Shapur (310-379ª.C.) según la tradición persa, el protector de Zharatustra, Kapi Vistaza, ordeno que el Avesta fuera escrito en caracteres de oro y que se incorporara al tesoro real.
En la época de Alejandro fue traducido al griego, después de varias complicaciones se perdieron por parte de lo contenidos de tal manera que el Avesta actual solo tiene un parte de la versión original. Estaba formada por las Gathas ocánticos, textos métricos determinados por el yasna y cuyo lenguaje esta directamente relacionado con los primero aqueminidas.
El nuevo Avesta estaba compuesta por el yasna, con los textos divididos en 70 capítulos y recitados en el sacrificio del haoma; los disparad, divido en 24 capítulos, continuación del anterior; los yasts, con 21 capítulos hacen referencia a las divinidades del calendario iranio; la vendida o ley contra demonios con 22 capítulos es el es el único libro que se conserva la religión original; khura Avesta, que contienen oraciones menores.
El primer manuscrito se encontró en Europa con inscripciones cuneiformes date de aproximadamente de 1633 y el primer ejemplar completo fue encontrado en 1758 en Surat.
En Behistum, antiquisima población de la cual Kurdistan situada en el camino que va a babilonia esta Ecbatana se encuentran unos bajorrelieves conmemorativos de la victoria de Darío I sobre sus enemigos. Relata como el rey derrota al presunto usurpador del trono Gaunata “falso Bardiya” representándolo con el pie en el cuerpo del enemigo y una serie de hombres atados en la parte posterior.
En la parte superior aparece una representación de Ahura Mazdah o disco solar, del cual emerge la figura de un dios. Junto con estas figuras se encuentran unas inscripciones escritas en persa antiguo, neoelánico y babilónico.
Además hay mas relieve que representa a miltridates II (100ª.C) recibiendo el homenaje de cuatro sátrapas, cuyos nombres están escritos en griego.
El catedrático de arqueología de la Universidad Complutense de Madrid Antonio Blanco Freijeiro destaca la importancia que tubo el arameo lengua oficial y pragmática en la conformación de la identidad del imperio Persa. Al resto, comenta que si bien “es primer intento afortunado de unificar bajo un solo mando los pueblos del mundo civilizado fue el Imperio Persa, un exponente de criterio que presido la implantación de aquel orden fue la lengua oficial del estado, de la justicia, de trato cultural y comercial, no fue el idioma de los creadores del imperio, los Persas, sino la mas acreditada y generalizada entre los pueblos del próximo oriente, el Arameo, lengua franca que se hablaba desde Israel hasta Babilonia.
No hizo falta que nadie la impusiese; basto el buen sentido de Cirio el Grande y Darío I, los verdaderos creadores del imperio”.
Un imperio asentado en una base firme requiere unos principios teóricos, una horma previa a la que una inmensa raza humana, habrá de amoldarse de un buen acuerdo o por la fuerza.
El primer grupo humano que asumió la responsabilidad de implantar un ideario de ese orden fueron los acadios y el rey sargon de Accad el primer en titularse emperador del mundo. Junto con el los acadios - los babilonios, egipcios, hititas y mitannios -únicamente los asirios, único pueblo semíticos como lo acadios, lograron forjar estructuras imperiales de suficiente consistencia para que los Persas encontrasen en ellas los modelos mas acreditados.
Dos de estos imperios, primero el de los mitannios y después el de los hititas, había sido forjado por gente de habla indoeuropea. También los medos y persas, pertenecían a este tronco lingüístico y por tanto eran más europeos que asiáticos. Como parlantes de de una lengua salem (cien) los iranios se encuadran entre los indoeuropeos orientales, iguales que los mitannios y los hindúes, los que llevaron el sánscrito a la india.
La primera alusión a los Parruas los persas corresponde al año 844 a.C. y se encuentra en documentos asirios, los mismos que mas adelante, año 836 a.C. citan por su nombre a los madai los medos – también por primera vez. Es curioso que habiendo entrado tarde en Irán, al que darán su nombre y tan cerca ya de su ascensión al mundo no conservasen la memoria de su pasado tierras mas al norte de la cadena de Caucazo; o si lo conservaron, la historia que de ellos nos dejaron, tanto sus escritos como lo de los griegos, no se hizo eco de este suceso.
Los persas accedieron al Irán como hordas de pastores nómadas y en posición una flexible técnica de jinetes y guerreros, por lo tanto en condiciones optimas para construirse en capa dirigente de países débilmente poblados como los que denominaron sin demora.
Mucho fue lo que aquella etapa de nómades había de persistir en la siguiente, la sedentaria. En primer lugar las facetas primordiales de la educación del hombre persa tal y como herodoto las enumera: montar a caballo, disparar al arco, decir la verdad. En segundo lugar, el despego por los bienes raíces y el apego, en cambio, a los objetos sumarios y portátiles: vistosos arreos de hombres y caballos, la joya y vajillas de metales preciosos, las telas finas y bordadas.
Aun la regia que mejor conocemos, Persépolis, esta concebida y construida más como campamento de jeque que como palacio real.
“Solo una mente tan clara y una voluntad tan firme como la de Darío podía impregnar conjuntos como los de Persépolis y Susa de la unidad que ellos resplandecían, pese a que los autores de la obra era un conjunto de pueblos del inmenso imperio, desde los dibujantes hasta los porteadores”, comenta el catedrático Antonio Blanco Freijeiro.
Darío mismo nos dice que en el palacio de Susa los babilonios se encargaban de abrir las zanjas y de echar los cimientos; que la madera de cedros la habían traído los asirios desde el Líbano hasta Babilonia y después los asirios y los jonios, expertos marinos, de Babilonia a Susa. Los canteros eran jonios y sardios; los orfebres medos y egipcios; los que tallaron el ishmalu, sardios y egipcios; los que hicieron el ladrillos, babilonios,; los que adornaban los muros, medos y egipcios; de los arquitectos nada se sabe pues de Darío recaba para si mismo la inspiración de la obra; “ Este el palacio que yo levante en Susa…”
“La construcción del imperio persa supuso que para los pueblos integrados en el mismo advenimiento de una era venturosa como nunca la humanidad había conocido bajo regímenes despóticos como el de los asirios…”, explica Blanco Freijeiro.
Una ciudad como Mileto, los judíos que se habían visto libres de cantiboros de Babilonia y ayudados a volver a Jerusalén para construir el templo de Jehová, los fenicios que pusieron a disposición del imperio su incansable flota. Todos encontraron su lugar bajo de Persia. Todos menos los griegos de Asia. Los jonios que recibieron la solidaridad de los griegos del continente europeo. Esta solidaridad desato la primera guerra médica y la primera derrota imperial. Pese a su superioridad numérica el imperio persa ya no era invencible.
Blanco Freijeiro concluye que “andando el tiempo, apenas siglo y medio, Persia acabara desangrándose por aquella que parecía una herida insignificante, y al cabo de tres grandes batallas brindara a un griego de la periferia, casi un bárbaro, Alejandro Magno, un imperio dispuesto a helenizarse en buena parte y a construir esas síntesis greco-oriental que es el helenismo”. Pero esa será otra historia.

Bibliografía:
En la nota numero 1 (consudec Nº 865, Pág. 29) se incluye la biblioteca competa de la serie monografica.